https://goo.gl/maps/EFAcr8caLQx
Salida puntual a las 7,30 h. en busca de las primeras curvas conocidas, dirección Ayora, el sol deslumbra llegando a Cofrentes, donde giro a la izquierda dirección Casas Ibañez, Realizo la subida del puerto de la Tordiga con sus 1200 m., en busca de Cuenca, donde la evito por la N-230, encontrándome el final de las rectas y el principio de las curvas, que se hacen más divertidas a medida que se llega a esa parte del mar de Guadalajara, en este caso, el pantano de Entrepeñas, con una buena carretera para disfrutar.
Puerto de la Tordiga, camino de Cuenca.
Embalse de Entrepeñas.
Esta es la puerta de uno de mis objetivos, los pueblos de la Alcarria, donde me dentengo a visitar Cifuentes, primera población del día con historia de sobra para disfrutar de un paseo, un punta de pan y visitar su Iglesia Románica.
Brihuega, precioso conjunto de Templos, Castillo árabe, muralla y torreones.
La última población de mi visita a la Alcarria será Budía, donde me detendré a tomar un refresco y una tapa para ganar tiempo, lo mas digno de mención de la población es una ermita que está poco antes de llegar y su plaza. Realmente La Alcarria es un lugar precioso para visitar, como muchas otras comarcas de España, tal vez Cela le marcó también su gastronomía para destacarla en su libro, tendré que volver en otra ocasión con más calma.
Para finalizar la etapa me espera la sierra de Madrid, así que con ganas emprendo el último tramo del día, esas curvas que se ven en el mapa y carretera de montaña, es tan solo un sinfín de travesías y urbanizaciones, concluyo con la visita a la población de San Lorenzo de El Escorial, sin poder entrar, por haberse hecho tarde.
Y por último, el Valle de los Caídos, para que no me lo cuenten.
Segunda etapa, 600 km o más, con las perdidas, idas y venidas. San Lorenzo de El Escorial-Coimbra
https://goo.gl/maps/YgyPfgHGnzE2
Salgo de la Hospedería de la Santa Cruz, donde no me quedo al desayuno, era a las 9 y yo a las 7:30 ya estaba encima de la moto. Preparado para el primer puerto de montaña del día, sabía que no me iba a defraudar, ya que es típica zona motera, bajando por la M512, sin parar de disfrutar de un camino revirado donde abrir gas tranquilamente en las curvas, con muy poco tráfico, me queda un buen sabor de boca matutino. Parada para realizar un almuerzo breve en Los Marinos, antes de subir las cuestas que me llevan a Losar de Vera, pregunté por el estado de la carretera y me dijeron que perfecto, pero que llevara cuidado en las travesías de los pueblos, que tenía buen firme y curvas para cansar, así que puedo decir, que hasta mi llegada a Plasencia, volví a disfrutar como un chiquillo por segunda vez esa mañana.
Losar de la Vera.
Paseo por las calles de Plasencia durante cerca de tres horas, cada rincón y cada casa contienen sorpresas para el visitante, no defrauda para nada esta ciudad amurallada.
Plasensia
El tiempo se me echa encima, si quiero llegar a Coimbra a dormir, tendré que correr, paro antes de la frontera, en Valverde del Fresno, paro a repostar más barato y a tomar un café con leche fresquito para engañar el cuerpo, confirmo la ruta que voy a hacer, lo tengo claro, el único problema es que las carreteras lusas, no lo tienen tan claro como yo. Estoy acostumbrado a marcar las carreteras y seguirlas, pero en Portugal, te indican poblaciones, pero no la carretera que vas a tomar en el desvío y raramente ves una piedra pequeña tapada por la hierba que te indica por la carretera que vas, así que tiro mano de la orientación, esto acaba en pérdida tras pérdida, pregunto a unos moteros y me dicen que mejor vaya a Castelo Branco, que sin GPS me voy a perder por las carreteras de montaña que quiero ir. Así que tras perder el tiempo les hago caso. Cansado y cabreado me vuelvo a perder en Castelo Branco, hasta que unos policías me indican la autopista de peaje, que no voy a poder pagar porque no llevo la tarjeta (esperando la multa estoy), me salgo en dirección Coimbra para llegar a las 20:00, por una carretera que no estaba bacheada y era gratuita hasta 20 kms antes. Los puertos de montaña de las zonas de esquí se han ido al traste, duermo en el primer hotel sencillo que encuentro en el centro, me ha quedado un mal sabor de boca de la ruta, la única compensación, descubrir Coimbra por la noche, ciudad universitaria que mezcla decadencia y encanto.
Tercera etapa, algo mas de 400 km. Coimbra - Salamanca.
https://goo.gl/maps/36Wg54XDEyB2
Despedida de Coimbra.
No duermo bien pensando en cómo voy a salir de Portugal, así que preparo bien la ruta con el nombre de todos los pueblos, simplemente para salir de Coimbra, es un infierno de travesías de 50 km/h y carreteras de 70 km/h, así hasta encontrar el camino a Gois, donde coincido con la concentración de motos más importante del país, evidentemente me paro para ver otras máquinas y hablar con la gente.
Tras una hora y media, voy a buscar Avo, por una carretera muy bonita y en buen estado, pensé que la pesadilla se había acabado, pero dura muy poco la alegría, ahora las carreteras se convierten solo para motos de Trail, me doy cuenta que quien es motero en Portugal, es porque tiene mucha devoción a la moto. El paisaje se convierte en algo dantesco, zonas quemadas que acompañan kilómetros y kilómetros, como el día anterior, son los restos del incendio del año anterior que devastó el distrito de Coimbra.
Montañas quemadas en el distrito de Coimbra.
Harto de no poder circular por carreteras intransitables, me voy dirección N17, son interminables travesías como en la España de los 80, sin circunvalaciones, pero al menos, el asfalto está bien. Sin un café en el cuerpo, mi objetivo era cruzar la frontera y comer un buen bocadillo, así que cuando vi un cartel que ponía Rodrigo (pensando yo que sería Ciudad Rodrigo), no hice más que alargar mi travesía, por una carretera de montaña, con curvas, entre las poblaciones de Pinhel y Castelo Rodrigo, que realmente habría aprovechado, sino fuera porque no me quedaba gasolina y no pasaba ni un alma por esa zona. Hasta que no pasé Vilar Formoso y la frontera, no estuve tranquilo. Repostaje, café y un pincho de tortilla para seguir el viaje, había perdido toda una mañana, eran las 16:00 y me quedaban horas todavía si quería llegar a Salamanca visitando los pueblos de la sierra.
Frontera entre Portugal y España.
Así que me apresuro a subir hasta la Peña de Francia, partiendo desde Ciudad Rodrigo. El ascenso es impresionante, pero las vistas al llegar a la cima, son inigualables. Disfruto agotado de la única parte del día que ha merecido la pena y decido que el cansancio no iba a ser buen compañero, que podía regalarme algún susto.
Subida a la Peña de Francia.Peña de Francia.
Me dirijo a Salamanca directamente por rectas, dejando su sierra y Guijuelo para otra ocasión.
A las 19:30 entraba en la ciudad y buscaba sitio para dormir, Hotel El Toboso, en recepción un motero que ayuda y aconseja en todo lo posible. Cena en el Bambú, paseo nocturno hasta cruzar el Tormes, para disfrutar de Salamanca desde todos los ángulos. Volveré por aquí más de una vez.
Catedral de Salamanca.
Cuarta etapa y un rato, 850 km. Salamanca - Enguera.
https://goo.gl/maps/6ngYf9KYJiy
Despedida de Salamanca.
Recuerdo que me comentaron una pareja de la benemérita en un bar por la sierra de Gredos, que la N-502 tiene un puerto de montaña muy chulo, allí que me voy a verlo, Piedrahita, Muñana y comenzamos la fiesta, menuda subidita el puerto del Pico, me detengo a refrescarme en las fuentes que te encuentras a los lados de la calzada y que muestran la riqueza de la Sierra.
9 leguas de Avila, cruzando la Sierra de Gredos, Puerto del Pico.
El descenso no va a ser para menos, desde lo alto ves el trazado que vas a realizar y solo piensas en lo que vas a disfrutar, así que cierro la visera del casco y salo directo, que mareo y manera de bajar.
Después del chute de adrenalina continuo por esta nacional, he leído un ruta por el pantano de Cijara que tiene buena pinta, Momentos antes de llegar al pantano, entro en Casa Josefína, donde pruebo un buenísimo churrasco a la brasa, está situado en Puerto Rey, población que parte de sus calles son manchegas y otra parte extremeñas.
Me comentan al poner gasolina, que esas carreteras están muy mal, que no vaya por allí ni loco, eso es un equivalente, a “no tienes cojones”, así que me fui para allá a comprobarlo por mí mismo, un regalo de 13 kms de curvas hasta Helechosa de los Montes, donde un lugareño me explicó, que a la salida del pueblo, no iba a parar de esquivar baches durante muchísimos kilómetros, eso sí que me tiró atrás. Volví por la carretera serpenteante, hasta coger la nacional en busca de Ciudad Real, bastante aburrida la carretera y con tiempo para pensar, decido que no voy a detenerme en Tomelloso, que voy a apretar y me vuelvo a dormir a casa esa noche, dicho y casi hecho, desde Ciudad Real, toda autovía hasta que me detiene una tormenta ya de noche casi en Albacete, hora y media esperando. Siendo las 22:30, decido dormir en Albacete, a las 7 me pongo en pie y a las 9 ya estaba en casa sin mojarme y con la luz del día.
Resumiendo los 2.500 kilómetros, Portugal muy bonita, pero no vuelvo a chafar sus carreteras hasta que me avisen que han hecho circunvalaciones y han reasfaltado las carreteras de montaña. Sierra de Gredos, un placer haberla conocido, volveré a atravesarla. Respecto a Castilla León, ya la pisé hace dos años, este año y volveré a esquivar las planicies y buscar sus sierras. Es un placer para los sentidos, tanto para ir en moto, como para visitar, como para comer.