Nos reunimos como de costumbre en la cooperativa de Enguera, dirección esta vez hacía la serranía de Cuenca. Salimos 11 personas a las 7 de la mañana, algunos no habían dormido por el niño y otros porque tenían la ilusión de los niños el día antes de la excursión, así que mucho sueño y muchas ganas de disfrutar el día en compañía de nuestras máquinas.
Rápidamente se hicieron dos grupos, unos de los que salen a probar su moto dirección Navalón y otro no tan curtido en la subida al Pelegrí. Reagrupados en el polígono de Ayora a las 7:45 seguimos camino a Requena, respetando los bajos límites de velocidad que tiene una carretera tan buena.
Llegados a la gasolinera de Requena, a las 8:30, se junta con nosotros Ernesto, un veterano también de las dos ruedas que las disfruta tanto o más que nosotros. Llamamos al hotel de Landete para reservar un almuerzo de orza, así que estuviera todo preparado y fuese más rápido, no sirvió de mucho, tardaron lo mismo, el resultado fue un buen almuerzo por 7 euros, llegamos a las 9:30 al bar y salimos a las 11.
Prueba fotográfica del momento en el que Kike se carga la visera de su casco, por lo que minutos mas tarde hay que parar a solucionar.
Con un kilo más sobre nuestras motos nos despedimos de Luis y Vicente que se volvían a casa, uno de ellos a tender la ropa concretamente
el resto buscamos Cañete para repostar a las 11:30 tras 204 kms, solo había un surtidor, ahí cayeron las primeras quejas para el “betichel” del maestro por su falta de experiencia.
A partir de aquí disfrutamos de los diversos parajes naturales que nos
ofrece la serranía de Cuenca, en primer lugar el lago del Marquesado, comarcal
sencilla sin arcenes que discurre por un lateral del lago, volvimos rápidamente
a la ruta establecida y seguimos disfrutando con un asfalto un poco mejor, pero
sin arcenes también, pasamos por el nacimiento del río Cuervo y Hoz de Beteta,
es una tierra verde, pinos, llena de arroyos y ríos
En este tramo hemos ascendido a unos 1300 metros y
descendimos lentamente hasta los 800 en Cañamares, ya cerca de esta población,
una vez se sale del túnel peor iluminado de España, finaliza la serranía, nos
detenemos a tomar un refresco a las 13:15 con 327 kms realizados, no son muchos
para 6 horas de recorrido, pero la carretera no permitía tampoco muchos excesos.
En Cañamares, las sombras ya se cotizaban,
No tardamos mucho en parar a comer, eran las 14:30 y
llevábamos 368 kms, más que por el hambre, fue por el cansancio y para muestra
nuestros platos, sencillos, frescos y la carne que hacen allí a la brasa,
aunque alguno prefirió el salmón de la zona. Esta ha sido la segunda vez que
hemos parado en el Restaurante el Ventorro, la animadora del restaurante nos
informó del actual cambió de gerencia y los eventos que había para esa tarde, con
13 euros menos en nuestros bolsillos salimos rápidamente, antes de que alguno
cambiara de opinión.
Atravesamos Cuenca en poco tiempo y a la carretera nacional, con grandes rectas y curvas que se pueden tomar alegremente, ahí llevamos un buen ritmo que nos permitió llegar sobre las 17:30 a Almodóvar del Pinar, para realizar el segundo repostaje
La idea era bajar por la nacional bordeando el pantano de
Contreras, pero hubo una confusión y salimos a la A3. Última parada en Requena
y despedidas varias, dos dirección Valencia, otro por el autovía hacia Xàtiva para
llegar antes.
Descanso en Ayora
y el resto vuelta por Ayora hasta Enguera, para finalizar
una ruta de 645 kilómetros a las 20:15 de la tarde.
Llegada a Enguera
Ha sido una buena ruta, sin carreteras bacheadas, las habituales comarcales de montaña con un asfalto adecuado, un día compartido con amigos y conversaciones de motos como es habitual. Finalizamos contentos y agotados todos menos uno, saludos en V como siempre para los que nos acompañasteis también desde casa.